Hace un par de semanas comenzamos una actividad muy chula, que consistía en crear nuestra cajita mágica para poder apreciar todas las cosas buenas que tenemos. En esta sesión, lo que hicieron los niños de manera individual fue mirarse en el espejo de su caja mágica e ir apuntando todas las cosas buenas y positivas que veían en ellos mismos. Además, para reforzar esa visión positiva, cada niño tuvo que escribir algo positivo del compañero que tenía a su lado.

Cuando terminamos la actividad de las cajitas, hicimos entrega de los regalos del amigo invisible. Primero, tuvieron que adivinar qué regalo era el suyo, y quién se lo había regalado. Después, estuvimos hablando sobre los regalos y explicando si nos había hecho ilusión o no.