El pasado viernes 5 de abril realizamos el taller sobre la emoción del miedo, ya que suele estar presente incluso en los más pequeños.

  1. Contextualización de la emoción

Como cada viernes, les enseñamos a los niños la imagen que aparece en el emocionario para ver si conocían la emoción que íbamos a trabajar. Como les costó un poco, al final les dije que trabajaríamos el miedo. Realizamos una serie de preguntas para ver si entendían bien la emoción para poder trabajar mejor después e hicimos una descripción de la imagen.

  1. ¿Qué cosas me dan miedo?

Les entregamos una tabla en la que tuvieron que escribir sus miedos. Una vez rellenada, tuvieron que preguntarles a sus compañeros a qué le tenían miedo y así pudieron ver si coincidían o no.

  1. Volvemos a la infancia

Leímos la historia de Lucía, una niña que tenía miedo de que se inundara su casa. Intentamos ponernos en su situación e imaginar qué podía sentir ella. Buscamos distintas alternativas para que ella no tuviera miedo. Cuando terminamos, cada uno explicó una situación que le dio miedo de pequeño, e intentamos encontrar una solución a cada miedo.

  1. ¿Qué harías en esa situación?

Primero, volvimos a observar la imagen del emocionario y los niños tuvieron que imaginarse que estaban allí. Cada uno, fue contando qué haría en esa situación de miedo y buscamos soluciones para no estar aterrados y controlar esa situación. Después, por parejas, tuvieron que crear una historia de miedo usando ese escenario como base.